El Tribunal Supremo se pronuncia sobre diversos aspectos en materia de cash pooling
Publicado el 25 de septiembre 2025
Los tipos deben ser simétricos en posiciones de crédito/débito y el riesgo crediticio se analiza a nivel de grupo

La Delegación de Grandes Contribuyentes inició actuaciones de comprobación e investigación respecto del grupo fiscal, en cuyo marco se analizó el sistema de centralización de la gestión de la tesorería (en el mundo anglosajón conocido como cash pooling) de un grupo multinacional, evaluado conforme al método del precio libre comparable.
El barrido automático de las cuentas bancarias (saldo cero) al final del día constituye la piedra angular de dicho sistema, estructurado con una entidad líder/gestora en Países Bajos y el resto de entidades partícipes en sus dos direcciones, como aportantes (excedentes) y prestatarias (necesidad) de fondos.
Así las cosas, los tipos de interés de mercado aplicables a posiciones de crédito y de débito no son simétricos, y ese margen retribuye a la entidad líder/gestora.
Conclusiones destacadas del Tribunal
La Administración Tributaria siguiendo las directrices de Precios de Transferencia de la OCDE en su versión 2022, puso en entredicho el funcionamiento del sistema precedente, y el Tribunal Supremo en la Sentencia 3721/2025, alineado con las resoluciones del Tribunal Económico Administrativo Central y de la Audiencia Nacional, sostiene:
- El rol de la entidad líder en rigor, se limita a la mera ejecución operativa de gestiones y tareas administrativas de escaso valor añadido sobre los fondos o excedentes que los partícipes, como únicos titulares, aportan al cash pooling; en consecuencia, no cuenta con capacidad decisoria. Asimismo, en palabras del Tribunal Supremo: "Además de no haber generado ni ostentar la titularidad económica (o jurídica) de la liquidez canalizada y de no adoptar decisiones, la entidad líder tampoco asume riesgos. El riesgo queda a cargo de las entidades participes mientras que la entidad gestora permanece al margen del mismo". Por ello, la Administración Tributaria niega que la posición de esta entidad líder/gestora sea equivalente a la de una entidad financiera.
- La distinta calificación por el grupo de las transacciones no procede, sino que deben calificarse de la misma manera. En palabras del propio Tribunal Supremo "la caracterización conforme a la cual las cantidades aportadas se asimilan a depósitos y las recibidas por las partícipes se tratan como préstamos es rechazada. En el conjunto del cash pooling, únicamente tienen lugar préstamos a corto plazo concedidos por los partícipes (transacciones entre entidades no financieras) y en ningún caso, depósitos".
- Calificación crediticia del grupo, no de la prestataria. Si el escenario es bilateral, prevalece la solvencia y liquidez de la prestataria; si se trata de un sistema de centralización de tesorería con múltiples partícipes del grupo que alternan posiciones deudoras y acreedoras, la estructura mutualizada crea sinergias a favor del conjunto. Por ello, procede anclar el análisis en el rating del grupo.
- La remuneración aplicada no es correcta. Las operaciones etiquetadas como préstamos llevan aparejados tipos de interés altos, mientras que las aportaciones, asimiladas a depósitos, se remuneran de forma marginal. Esta divergencia de tratamiento desplaza bases imponibles desde las entidades prestatarias a la jurisdicción de la entidad cabecera del cash pooling (Países Bajos). Por tanto, se impone la simetría de los tipos de interés, rechazándose cualquier asimetría.
Aquellos cash poolings diseñados por los grupos deben planificarse y someterse a revisión atendiendo al marco actual de precios de transferencia y operaciones vinculadas, y en particular, a los criterios fijados en esta sentencia:
- Que el tipo de interés de las cantidades aportadas y de las cantidades percibidas por las entidades participantes sea simétrico.
- Que la calificación crediticia aplicable a las operaciones de préstamo sea la del grupo societario y no la de la entidad prestataria.
Comentario de Osborne Clarke
En definitiva, el Tribunal Supremo, con este pronunciamiento se pronuncia sobre cuestiones trascendentes en materia de cash pooling. Su proyección requiere un análisis caso por caso. En este sentido, ante escenarios de cash pooling con circunstancias similares, convendría analizar su adecuación al criterio adoptado.
Finalmente, el fallo no trata un punto clave del cash pooling: entidades siempre deudoras o siempre acreedoras respecto de la líder. Por tanto, el riesgo de una eventual recalificación sigue vivo y debería ser resuelto en decisiones futuras del Tribunal.