Más allá de la red eléctrica: cómo el sector europeo de los centros de datos está navegando sus opciones de energía verde
Publicado el 29 de septiembre 2025
Los operadores deben equilibrar la adquisición de energía renovable con la resiliencia operativa en un marco regulatorio en evolución
La energía eléctrica es un elemento crítico para los centros de datos y, según la Agencia Internacional de la Energía, representó alrededor del 1,5% del consumo eléctrico mundial en 2024. Sigue siendo el mayor gasto operativo del sector, la principal fuente de emisiones y, en muchos mercados, es cada vez más difícil de asegurar a gran escala.
Con la digitalización en curso y la rápida expansión de la inteligencia artificial, estas presiones no harán sino aumentar. En el contexto más amplio de las limitaciones de la red, la volatilidad de los precios mayoristas y las crecientes presiones regulatorias y de los inversores, la energía verde no es solo una elección de sostenibilidad, sino también una vía práctica para reducir costes, asegurar un suministro estable y reforzar la resiliencia operativa.
Los responsables políticos y los legisladores de la UE y del Reino Unido están centrando su atención en el consumo energético de los centros de datos. Las vías más eficaces para que los centros de datos obtengan energía renovable son aquellas que busquen equilibrar las exigencias regulatorias en evolución, los cambios en el mercado energético y los objetivos empresariales a largo plazo.
Los operadores de centros de datos tienen acceso a múltiples estrategias de adquisición de energía renovable, cada una con diferentes beneficios potenciales.
Autoconsumo eléctrico
El autoconsumo consiste en utilizar la electricidad generada por una instalación renovable in situ – a menudo paneles fotovoltaicos – para uso directo por el centro de datos. Cualquier excedente de electricidad autogenerada puede verterse a la red, recibiendo el centro de datos una retribución o crédito por la energía excedentaria generada. Este enfoque resulta atractivo no solo por su potencial para reducir costes y emisiones de carbono, sino también por la posibilidad de evitar en algunas regiones requisitos regulatorios asociados al vertido de electricidad.
Cuando se prevea el vertido a la red, suelen aplicarse requisitos de licencias, registro y conexión por encima de determinados umbrales de capacidad, que varían según el país. En el Reino Unido, por ejemplo, existen exenciones a la necesidad de obtener una licencia de generación para plantas de tamaño reducido y algunas configuraciones con colocalización, mientras que se aplican normas específicas al suministro a terceros.
Contrato de compraventa de energía
Un acuerdo de compraventa de energía (PPA) – comúnmente denominado PPA físico – es la vía principal para escalar el aprovisionamiento de energía renovable. En un PPA físico, un generador de energía renovable vende una cantidad específica de electricidad a un precio pactado durante un plazo fijo, a menudo entre cinco y veinte años, con la energía entregada a través de la red y normalmente “canalizada” por un comercializador autorizado.
Para los operadores de centros de datos, sus atractivos son la certidumbre en el coste de la energía, la posibilidad en algunos casos de apoyar proyectos de nueva construcción, a menudo mediante PPAs de largo plazo – también denominados corporate PPA – y la opción de contratar volúmenes alineados con el crecimiento progresivo de la actividad.
El perfil de generación y la ubicación son consideraciones importantes al acordar los términos de un PPA. Aunque la producción eólica y solar rara vez coincide con el perfil plano de consumo de un centro de datos, los compradores pueden optar por adquirir la energía directamente de estas tecnologías. No obstante, esto requiere una gestión cuidadosa, ya que la estructura y la entrega de los PPA conllevan implicaciones específicas de precio y riesgo. Las diferencias entre el punto de precio del proyecto y el punto de suministro de la instalación pueden crear riesgos estructurales (basis risk); los acuerdos con el comercializador y los términos contractuales pueden ayudar a asignar o mitigar este riesgo.
Los contratos de compraventa a largo plazo favorecen la financiación de proyectos, pero suelen exigir garantías o soporte crediticio que pueden resultar costosos. Los cambios normativos, el riesgo de restricciones de vertido (curtailment), el riesgo de refuerzos de red y el plazo contractual deben alinearse con el control del emplazamiento, los compromisos con clientes y los requisitos de los inversores.
Contratos virtuales de compraventa de energía
Un contrato virtual de compraventa de energía (vPPA) es un contrato por diferencias: el comprador acuerda un precio fijo con un generador y las partes liquidan la diferencia frente a un índice de mercado aplicable a la producción del proyecto. Como un vPPA no implica entrega física de electricidad, el comprador continúa adquiriendo la electricidad como de costumbre. Esta estructura puede funcionar en múltiples emplazamientos y mercados donde la entrega física es compleja o inviable.
Para los centros de datos, sus ventajas son la flexibilidad y la escalabilidad. Un vPPA puede sustentar capacidad renovable adicional, aportando resultados de sostenibilidad creíbles y proporcionando cobertura frente a movimientos de precios mayoristas. Estos acuerdos introducen consideraciones contables y de gobernanza y pueden dar lugar a un desajuste entre el índice usado para la liquidación y las tarifas realmente pagadas en el emplazamiento. Por ello, muchos operadores combinan vPPAs con otras herramientas para alcanzar objetivos tanto financieros como operativos.
Certificados de atributos energéticos
Los certificados de atributos energéticos son instrumentos de mercado que permiten a las empresas adquirir energía renovable a bajo coste. Cada certificado representa un megavatio-hora de electricidad generada a partir de fuentes renovables.
La denominación de los certificados varía entre mercados. En la UE se denominan garantías de origen (GO), en el Reino Unido garantías de origen renovable (REGO) y en Estados Unidos certificados de energía renovable (REC). Los certificados pueden incorporarse a los PPA o adquirirse por separado. Su precio puede incluirse en el precio de la energía o fijarse de manera independiente.
Para instalaciones “always on”, como los centros de datos, el modo en que se utilizan los certificados es cada vez más relevante. La correspondencia anual – por el que un centro de datos puede declarar hasta un 100% de consumo de energía renovable igualando la generación renovable anual total con su consumo anual total – puede mejorar las emisiones reportadas, aunque una operación 24/7 puede seguir consumiendo energía intensiva en carbono en determinados momentos.
Las divulgaciones y declaraciones públicas deben reflejar los instrumentos y la metodología subyacentes para reducir el riesgo de sobreatribución y garantizar el cumplimiento de los contratos de arrendamiento de centros de datos y de las normas de divulgación en las distintas jurisdicciones.
“Fotovoltaica como servicio”
Los operadores que buscan generación in situ sin desembolso de capital inicial suelen recurrir a la titularidad por terceros. En el modelo de “fotovoltaica como servicio” ("as a service") o en un PPA colocalizado, una entidad especializada construye y opera la instalación y el centro de datos abona una tarifa de servicio o un precio indexado a la energía. A veces se incluye una opción de compra del activo al vencimiento del plazo. Este modelo puede aportar costes previsibles, mantenimiento profesional y reducción del riesgo de construcción en un emplazamiento en operación. Los derechos de acceso, la coordinación de las obras, las garantías de rendimiento y las opciones al final del plazo deben alinearse con los arrendamientos del centro de datos y con el ciclo de vida global de la instalación.
Sistemas de almacenamiento de energía con baterías
Los sistemas de almacenamiento de energía con baterías (BESS) son cada vez más integrales para la sostenibilidad de los centros de datos. Estos sistemas pueden almacenar excedentes de generación in situ o electricidad de la red durante periodos de precios bajos, ayudando a optimizar el uso de la energía. Los BESS también permiten reducir cargos por picos de demanda, proporcionar respuesta rápida de frecuencia y ofrecer respaldo de corta duración durante perturbaciones del suministro.
Algunos operadores están integrando más estrechamente los BESS con las arquitecturas de sistemas de alimentación ininterrumpida (SAI) para aumentar el valor de activos ya instalados con fines de resiliencia. Las consideraciones de seguridad y los requisitos de permisos conforme a la legislación aplicable son críticos; la normativa de protección contra incendios y los procedimientos locales de autorización condicionan las opciones tecnológicas.
La viabilidad económica de los BESS suele apoyarse en la combinación de múltiples flujos de ingreso, como estrategias de reducción de picos (peak shaving), optimización tarifaria y participación en servicios de red cuando estén disponibles. Aunque la tecnología BESS actual no sustituye a los grupos electrógenos de respaldo de larga duración, puede mejorar de forma sustancial la calidad de la energía, reducir costes y reforzar la viabilidad de la energía renovable in situ.
Comentario de Osborne Clarke
Los operadores líderes de centros de datos están pasando de enfoques basados en un único instrumento a carteras híbridas que combinan generación in situ (propia o como servicio), PPA de largo plazo, uso selectivo de certificados y almacenamiento con controles inteligentes. Esta combinación puede reducir y estabilizar los costes energéticos, disminuir las emisiones declaradas y fortalecer la resiliencia. El enfoque óptimo depende de los marcos jurisdiccionales y las condiciones de mercado y debe alinearse con las peculiaridades de operar una instalación “always on”.
El éxito suele depender de algunos elementos. El acceso a la red y los plazos de conexión suelen ser decisivos; por ello, es aconsejable realizar con antelación los trabajos de viabilidad. Los contratos deben alinear la duración del PPA con el control del emplazamiento y los compromisos con inversores, y abordar el desajuste de perfil, el riesgo de base, las garantías de crédito y el riesgo de restricciones (curtailment).
Dada la heterogeneidad de los regímenes de certificados entre mercados – por ejemplo, GO en la UE, REGO en el Reino Unido y REC en Estados Unidos – las declaraciones y los informes deben ser precisos. Para la generación in situ y los BESS, la integración con los SAI, así como la planificación temprana de generadores desde el inicio, son clave. Con una preparación coordinada y transversal, estos aspectos pueden convertir la estrategia energética en una ventaja competitiva para propietarios y operadores de centros de datos.
De cara al futuro, la propuesta de la UE de un paquete de eficiencia energética para centros de datos – prevista para el primer trimestre de 2026 – y su reciente “convocatoria de datos” sobre la hoja de ruta estratégica para la digitalización y la IA en el sector de la energía señalan una nueva era de implicación normativa. Estas iniciativas pretenden mejorar la planificación a largo plazo y la integración sostenible de los centros de datos en las redes eléctricas de Europa fomentando un mayor diálogo y coordinación entre actores clave, incluidos desarrolladores de centros de datos, productores de energía renovable, operadores de red y reguladores.
El Reino Unido también se está preparando para integrar de manera sostenible las demandas energéticas de los centros de datos. Según el informe de investigación de la Cámara de los Comunes, “Data centres: planning policy, sustainability, and resilience”, el Plan Estratégico Espacial de la Energía (SSEP por sus siglas en inglés) del Gobierno incluirá la identificación de ubicaciones óptimas para entre uno y dos GW de capacidad de centros de datos. Se espera que un borrador de consulta sobre el SSEP se publique en el segundo trimestre de 2026. También se ha creado el AI Energy Council para promover la colaboración entre los sectores de IA y energía, centrándose en ubicar centros de datos en localizaciones que favorezcan el equilibrio de la red y aprovechen excedentes de energía renovable.
Los operadores de centros de datos deberían prepararse para navegar un entorno regulatorio más complejo, que podría incluir nuevas calificaciones de esquemas de eficiencia, posibles estándares mínimos de rendimiento y requisitos destinados a reducir la presión sobre las redes eléctricas.
Osborne Clarke cuenta con una amplia experiencia en los mercados energéticos europeos. Prestamos asesoramiento sobre proyectos y transacciones de energías renovables, incluyendo solar, eólica onshore y offshore, hidroeléctrica, residuos y bioenergía.