Desarrollo sostenible de centros de datos en la UE: ¿valor añadido o exigencia legal?

Publicado el 23 de octubre 2025

La normativa de la UE impulsa soluciones sostenibles para centros de datos que apoyan la transformación digital y los objetivos medioambientales

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La rápida expansión de la tecnología a nivel mundial, especialmente en relación con la inteligencia artificial (IA), ha impulsado un crecimiento significativo del sector de los centros de datos: infraestructuras esenciales para procesar las enormes cantidades de datos necesarias para satisfacer la creciente demanda digital.

En la UE, la digitalización es uno de los pilares para la transición hacia una economía climáticamente neutra y resiliente, y la sostenibilidad de los centros de datos es una prioridad clave para los inversores. Aunque las tecnologías digitales ya están respaldando la descarbonización en sectores como la agricultura, el transporte y la energía, los centros de datos plantean retos medioambientales.

Por ello, tanto la normativa vigente como la que está por llegar exigen a los actores del sector de los centros de datos mejorar la eficiencia e incrementar el uso de energía renovable, con el fin de minimizar los impactos ambientales existentes.

Enfoque del Pacto Verde Europeo sobre los centros de datos

Según la Agencia Internacional de la Energía, en 2024 los centros de datos y las redes de transmisión de datos representaron alrededor del 1,5% del consumo energético mundial, con proyecciones que apuntan a un aumento hasta el 8% para 2030. A través de estas redes se consumen grandes volúmenes de agua para refrigeración y generación de energía. También generan residuos electrónicos y peligrosos como servidores, cables, baterías y refrigerantes.

Esto ha llevado a la UE a publicar documentos de estrategia digital que abogan por una mayor eficiencia energética, un uso más amplio de energías renovables y la adopción de sistemas de recuperación de residuos y de calor en los centros de datos, con el objetivo de alcanzar la neutralidad climática para 2030.

En el marco del Pacto Verde Europeo (EGD por sus siglas en inglés), que fija ambiciosos objetivos de sostenibilidad – incluido el logro de cero emisiones netas para 2050 y la transición hacia un modelo de economía circular – la UE sigue implementando marcos jurídicos integrales para la transición verde que imponen obligaciones a las empresas, también en el sector de los centros de datos, para contribuir a alcanzar esos objetivos. Esto incluye la rendición de cuentas precisa de los impactos medioambientales y la adopción de medidas para minimizar los efectos adversos. En el EGD, la sostenibilidad deja de ser solo un elemento diferenciador competitivo para convertirse en una exigencia legal.

¿Cuál es el principal marco jurídico en materia de sostenibilidad que afecta a los centros de datos y sus obligaciones de reporte?

Directiva de Eficiencia Energética

La Directiva de Eficiencia Energética (UE) 2023/1791 (EED) y el Reglamento Delegado (UE) 2024/1364 de la Comisión imponen obligaciones de reporte a los centros de datos que cuentan con infraestructura de TI con una demanda eléctrica de al menos 500 kW.

Los propietarios y operadores de esta categoría de centros de datos deben recopilar y publicar datos utilizando un modelo normalizado de la UE que incluye indicadores clave de rendimiento energético y huella hídrica, como superficie, potencia instalada y métricas de desempeño, tales como consumo de energía, utilización de capacidad, calor residual y consumo de agua. El alcance de estas obligaciones de reporte puede ampliarse en el futuro.

Los datos recopilados registran métricas fundamentales de sostenibilidad, incluida la eficiencia energética, el uso de energía renovable y de calor residual, la eficiencia de la refrigeración, la eficiencia del carbón y el uso de agua dulce. Los datos deben reportarse anualmente antes del 15 de mayo a la base de datos de la UE, a través, cuando existan, de los sistemas nacionales de reporte. La Comisión analizará estos datos y creará una plataforma común de la UE para evaluar la sostenibilidad de los centros de datos y desarrollar nuevas normas de tecnologías de la información y la comunicación. Los datos se harán públicos de forma agregada para proteger la confidencialidad.

Estas obligaciones de reporte representan el primer paso hacia la fijación de objetivos medioambientales obligatorios para los centros de datos en toda la UE. Los propietarios y operadores sujetos a estas obligaciones deben prepararse adecuadamente definiendo el alcance del reporte y estableciendo procesos de recopilación de datos. La falta de cumplimiento entraña riesgos reputacionales y puede afectar a la credibilidad de la entidad frente a contrapartes, socios comerciales e inversores.

Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa

Algunos propietarios u operadores de centros de datos pueden estar también dentro del alcance de requisitos adicionales de reporte establecidos en las normativas nacionales que implementan la Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD por sus siglas en inglés), que exige a determinadas empresas de la UE y de fuera de la UE informar sobre sus impactos climáticos y medioambientales a lo largo de toda su cadena de valor.

Esto significa que empresas más pequeñas – aunque no estén directamente comprendidas en el ámbito de la CSRD – deberán, a su vez, recopilar datos para el reporte de sus contrapartes contractuales y adoptar medidas para minimizar cualquier impacto adverso en sostenibilidad. No obstante, algunas empresas podrían finalmente quedar fuera del ámbito del régimen a la luz de las propuestas de simplificación presentadas por la Comisión como parte de su paquete “ómnibus” de sostenibilidad, actualmente en revisión por los legisladores de la UE.

Las Normas Europeas de Información de Sostenibilidad (ESRS por sus siglas en inglés) establecen directrices detalladas sobre el amplio conjunto de datos que las empresas deben divulgar respecto de su desempeño en sostenibilidad. Estos datos se clasifican en requisitos generales de divulgación, cuestiones medioambientales, cuestiones sociales y conducta empresarial.

La información sobre impactos medioambientales cubre, entre otros, las emisiones, la contaminación atmosférica, la gestión de los recursos hídricos (un requisito clave para centros de datos que consumen grandes cantidades de agua), la biodiversidad y los ecosistemas, así como el uso de recursos y la gestión de residuos (incluido el uso de materiales reciclados).
La CSRD, en su configuración actual, también incluye el requisito de que las empresas fijen objetivos de desarrollo sostenible – como la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero – y demuestren en informes posteriores el progreso hacia su consecución, con metas claramente definidas en los informes ESG y en las estrategias de sostenibilidad y planes de acción detallados.

Las empresas dentro del alcance de la CSRD deberían realizar un análisis de brechas de sus prácticas para determinar qué impactos requieren medidas de mitigación mediante políticas y procedimientos específicos. Esto puede incluir la protección de la biodiversidad y los ecosistemas, áreas de creciente atención para los legisladores de la UE.

Directiva sobre Eficiencia Energética de los Edificios: nuevos requisitos

Los centros de datos comprenden no solo infraestructura técnica y equipos informáticos modernos, sino también los edificios que los albergan. Estos edificios pronto tendrán que cumplir requisitos estrictos orientados a lograr emisiones cero. La última revisión de la Directiva sobre Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD por sus siglas en inglés) introduce obligaciones para mejorar la eficiencia energética y el rendimiento global de los edificios y alcanzar la neutralidad climática en 2050.

Sus requisitos se aplicarán tanto a edificios privados como públicos e incluyen el establecimiento de estándares mínimos de rendimiento energético, asegurar el uso de energía solar en edificios de nueva construcción, especificar requisitos para los sistemas técnicos y la infraestructura de movilidad sostenible, así como la unificación de los certificados de eficiencia energética.

Los Estados miembros deben transponer las disposiciones de la EPBD a sus legislaciones nacionales antes de mayo de 2026. Por ello, las empresas querrán familiarizarse con estos requisitos y tomarlos en consideración al planificar nuevas inversiones y al evaluar la necesidad de modernizar las existentes.

Pacto Azul Europeo: gestión de los recursos hídricos

La reducción de la huella de carbono es una prioridad inmediata para la UE, pero minimizar los impactos negativos sobre otros recursos naturales, como el agua, es igualmente crucial. La UE está desarrollando una nueva estrategia de gestión hídrica, el Pacto Azul Europeo ("European Blue Deal"), para establecer una política unificada de gestión y conservación del agua.

El Pacto Azul pretende promover la reducción, la reutilización y el reciclaje del agua, eliminar prácticas que conduzcan a la contaminación y el derroche de agua, fomentar un uso económico y eficiente del agua y su reciclaje. También incluye requisitos para desarrollar infraestructuras de tecnología verde y proporcionar apoyo financiero a proyectos innovadores. 

Los centros de datos, que representan una parte sustancial del consumo de agua en Europa, se verán afectados por el Pacto Azul y deberán adoptar medidas para mejorar la eficiencia hídrica y reducir su impacto en la calidad del agua. Las grandes empresas tecnológicas ya publican datos sobre su consumo de agua y es probable que los competidores más pequeños sigan su ejemplo para mantener la competitividad. 

Centros de datos "ecológicos": comunicación precisa

Las empresas que implementan medidas de reducción de impactos medioambientales pueden querer dar a conocer estas acciones a sus clientes. Sin embargo, cualquier publicidad o marketing debe evaluarse cuidadosamente para mitigar riesgos de ecoblanqueo (greenwashing). El ecoblanqueo puede producirse cuando se ofrecen datos falsos o exagerados o cuando los mensajes son demasiado generales, inexactos o selectivos.

Por ejemplo, destacar el nivel de uso de energía renovable de un centro de datos puede ser problemático si cubre solo una pequeña parte del consumo total de energía del negocio en su conjunto o si el centro de datos tiene un impacto medioambiental negativo significativo en otros ámbitos. El uso de mecanismos de compensación, como la compra de créditos de carbono, también plantea riesgos a la hora de publicitar reducciones de emisiones.

Las empresas deben priorizar la reducción de las emisiones generadas por sus operaciones, en lugar de basarse únicamente en mecanismos de compensación. Una planificación adecuada y la selección de socios con la experiencia y conocimientos necesarios para adaptarse a los nuevos requisitos ayudarán a construir una imagen empresarial responsable y fiable.

Gestión de las cadenas de suministro

La CSRD y las ESRS exigen la divulgación de información sobre efectos, riesgos y oportunidades significativos relacionados con las actividades de la empresa y toda su cadena de valor. Esto afecta tanto a las entidades aguas abajo, como distribuidores y clientes, como a las entidades aguas arriba, como proveedores de materias primas y componentes. Las empresas deben, por tanto, examinar las actividades de toda su cadena de suministro, incluidos clientes y proveedores indirectos.

Cuando una entidad no esté dentro del ámbito de los requisitos de reporte de la CSRD, seguirá estando obligada a recopilar datos para las partes comprendidas en dicho ámbito con las que mantenga una relación contractual y a adoptar medidas para reducir impactos adversos, a fin de seguir siendo competitiva. 

Otras nuevas normativas de sostenibilidad, como la Directiva sobre la Diligencia Debida en Materia de Sostenibilidad Corporativa (CS3D por sus siglas en inglés), imponen además procedimientos de diligencia debida en la selección de contratistas. La CS3D exige a las grandes empresas implementar políticas integrales para identificar y mitigar riesgos medioambientales, laborales y de derechos humanos tanto en sus propias actividades como en las de las empresas intervinientes en cualquier punto de sus cadenas de suministro, y adoptar planes de acción preventivos y correctivos. Las infracciones pueden conllevar sanciones económicas significativas y, en algunos casos, obligaciones de indemnización.

La implementación de los requisitos de la CS3D puede resultar desafiante para las empresas, particularmente las del sector tecnológico que utilizan elementos de tierras raras extraídos en países con vulneraciones de derechos laborales y humanos. Encontrar proveedores alternativos puede ser difícil, pero ofrece oportunidades para desarrollar cadenas de suministro locales.

Comentario de Osborne Clarke

Integrar la sostenibilidad en los modelos de negocio de los centros de datos es ya ineludible a la vista del marco regulatorio actual y futuro. Hacerlo, sin embargo, incrementará la credibilidad empresarial y el atractivo para socios e inversores y mitigará los riesgos de incumplimiento legal. Por ello, las empresas deberían considerar la implantación de las siguientes medidas para construir una reputación responsable y fiable y generar beneficios tangibles a largo plazo para sí mismas y para sus clientes:

  • Implementar un sistema de vigilancia del horizonte regulatorio que ayude a mapear las obligaciones existentes y a prepararse para los futuros requisitos.
  • Establecer una estrategia integral de sostenibilidad con objetivos claros y planes de acción detallados, y adoptar medidas concretas para alcanzarlos, mitigando los riesgos de ecoblanqueo.
  • Planificar con eficacia y seleccionar socios con el conocimiento adecuado dentro de sus cadenas de suministro.

* This article is current as of the date of its publication and does not necessarily reflect the present state of the law or relevant regulation.

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